La importancia de la educación en nuestras vidas y finanzas

La importancia de la educación en nuestras vidas y finanzas

General

Autora: Ana María Velasco

 

Todos sabemos que debemos estudiar. Sabemos que los estudios nos van llevar a un mejor trabajo y que nuestro nivel de estudios nos permite aumentar nuestro salario. Más estudios, mejor salario. Por eso muchos perseguimos un diploma universitario porque nos va a traer ganancias económicas.

Los estudios traen muchos beneficios. No solo porque nos dan un diploma pero porque nos lleva a adquirir más conocimientos, nos abre las puertas a oportunidades y experiencias únicas que además nos ayudan a generar más ingresos.

 

El estudiar no tiene que ser ir a la universidad o a un instituto.

Hoy en día, gracias a la tecnología hay miles de maneras en las que podemos aprender cosas nuevas. Podemos sacar certificaciones en línea con profesores alrededor de todo el mundo. Podemos tomar cursos en plataformas gratuitas como Coursera y edX que te dan un diploma. O incluso podemos hacerlo nosotros mismos leyendo libros o viendo videos en YouTube. Las opciones son infinitas.

 

¡Estudiemos cosas que nos gusten!

Además de esto, los estudios no tienen que ser algo relacionado con nuestra carrera profesional. Podemos, por ejemplo, aprender algo que sea de nuestro interés. Esto puede ser un tema que nos interese, un idioma, o un simple pasatiempo como un deporte, tocar un instrumento o hacer arte. El aprender sobre este pasatiempo nos va a traer conocimientos y diferentes habilidades. No solo vamos a aprender a jugar futbol, a tocar la trompeta, a hablar francés pero también vamos a desarrollar otras habilidades y competencias útiles para nuestra vida. Estas incluyen perfeccionar nuestra motricidad, manejar mejor nuestro tiempo, ampliar nuestros horizontes, relacionarnos con los demás, e incluso conocernos mejor.

 

¿Qué gano al estudiar?

Estos nuevos conocimientos que adquirimos al estudiar nos van a abrir muchas puertas a oportunidades que antes no hubiéramos imaginado. Son adiciones a nuestra hoja de vida que nos permiten alcanzar nuestras metas. Por ejemplo, el hecho de ser parte de un equipo de fútbol y saber cómo trabajar en equipo nos puede ayudar a conseguir el trabajo que siempre soñamos y que además viene con un mejor salario. El saber sobre marketing nos puede dar un aumento en el trabajo o ganar una beca. Hasta el hablar en inglés nos puede ayudar a  negociar con clientes y así poder viajar por el mundo.

Otra opción es poner en práctica estos conocimientos y así generar otra fuente de ingresos. Esto puede ser tan simple como comenzar a vender nuestro arte: cuadros, cerámica, fotografía. O incluso podemos volvernos profesores y enseñar a los demás lo que ya sabemos.

 

¡Los estudios también son positivos en nuestra vida personal!

Además de lo profesional, el estudiar nos hace mejores en lo personal. Nos ayuda a explotar nuestro potencial, desarrollar capacidades y a trabajar en nosotros mismos. El estudiar requiere nuestro tiempo, energía y dedicación. Nos obliga a ser analíticos, a investigar y pensar de diferentes maneras. Todas estas habilidades nos hacen más competentes en todos los aspectos de nuestra vida.

Lo que es importante recordar es que al estudiar estamos aprendiendo. Estamos desarrollando nuestras capacidades y volviéndonos expertos en el tema. Esto no solo nos trae más dinero pero también nos permite hacer lo que más nos gusta y disfrutar lo que hacemos.

 

 

Chicas que inspiran en diferentes sectores antes considerados de chicos

Chicas que inspiran en diferentes sectores antes considerados de chicos

General

Autora: Lourdes Hernández

Las jóvenes saben más de lo que creen en temas financieros. Tienen una sensibilidad especial para el ahorro y para invertir en forma segura. Sin embargo permiten que los hombres tomen decisiones financieras y no incursionan en igual proporción que los chicos, en finanzas y materias afines.

Todavía hay una brecha en las carreras consideradas “masculinas”, lo cual asusta a muchas niñas desde la temprana edad de seis años. Esto provoca un vacío en el mercado laboral en áreas como tecnología, matemáticas, ingeniería, finanzas.

¿Cómo no autoexcluirse? ¿Cómo gestionar las finanzas propias y las de otros?

Como respuesta a estas inquietudes, se creó la fundación Inspiring Girls o Niñas Inspiradoras. Su objetivo es aumentar la ambición profesional de niñas en edad escolar.

Inspiring Girls aplican algunas tácticas para lograr entusiasmar a las niñas y alejarlas de los estereotipos:

Manejar las finanzas

Conocer su economía personal, la nomenclatura más habitual, desde la vida familiar hasta la escuela y después. Despertar su vocación natural por conocer el mercado financiero, las nuevas tendencias como fintechs, blockchain. El manejo digital de sus cuentas, rastrear y almacenar su dinero fuera del alcance de familiares abusivos. Acceder a cargos directivos que promuevan esta corriente en sus pares y clientes femeninas.

Visualizar diferentes profesiones

Realizar juegos y actividades similares para cambiar estereotipos y abrir posibilidades en las mentes de chicas y chicos.

En una investigación con niños, se hizo, a manera de juego, el ejercicio de descubrir quién está detrás de un casco de bombero, de un gorro de policía, de un traje de buzo, de un profesional de banco, otros. La mayoría de los niños y niñas pensó que se trataba de hombres en cada profesión.

Aprender en experiencias laborales

Hacer pasantías, a cualquier edad, en trabajos que usualmente hacen los hombres. Aprender de digitalización y ayudar a sus madres y abuelas a utilizar sus cuentas por esa vía. Convertir esta habilidad en un emprendimiento.

Conocer referentes femeninas

Toda mujer debe inspirar a las niñas para que ellas conozcan las infinitas posibilidades que hay. Hacer una invitación a distintas mujeres profesionales a ser mentoras de niñas y mujeres jóvenes.

Cambiar el lenguaje

Hablar desde casa y en la escuela de temas como finanzas personales, empresa, banca comercial, mercados, nuevas economías, sostenibilidad. En un estudio, se muestra que hay una probabilidad de casi un 8% menos de que las niñas respondan correctamente sobre estos temas, independientemente del nivel educativo o social.

Los ejemplos que dan en sus posts las Finanfieras, chicas peruanas dedicadas a la educación financiera, muestran otra forma de hablar y actuar frente al dinero.

A diferencia del cuento “La mujer del pescador” que basa su felicidad y crecimiento en la magia de un pez, la chica empoderada sabe lo que quiere y lo logra. Y no es exactamente convertirse en princesa o emperatriz, sino en la mejor versión de sí misma.

Fuente: BBVA, Inspiring girls

 

Plantar para el futuro implica cuidar las 3P: Plata, Persona y Planeta

Plantar para el futuro implica cuidar las 3P: Plata, Persona y Planeta

General

Autora: Lourdes Hernández

Hay retos al frente que no podemos ignorar: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la crisis de salud, el clima extremo, la desigualdad económica, entre otras.

Plantar para el futuro implica cuidar las 3P: Plata, Persona y Planeta.

¿Cómo explicar el impacto de tu empresa, organización -o tuyo como individuo – en las 3P, la economía, el ambiente y la gente?

Según el GRI (iniciativa global de reportes de sostenibilidad), los grupos de interés o sea aquellos que nos influyen, son buenos para el negocio. Si reportas tus esfuerzos en sostenibilidad con información comparable y verificable, muestras a tu comunidad que haces lo que predicas.

¿Qué se requiere para reportar la sostenibilidad en tu negocio y en tu vida?

Primero, hay que tener claro los grupos de interés, los colaboradores y clientes, la comunidad, el entorno, los bancos, etc., que se resumen en 3P: plata, persona y planeta.

Segundo, hay que evitar el “greenwashing” o el maquillaje verde. Si no hay transparencia en el reporte, es mejor no presentarlo.

Tercero, no es necesario reportar al GRI, pero sí a tu directorio, a los socios de la empresa o a tu familia.

  1. Grupos de interés:

Plata: si tu empresa o tu familia no tiene ingresos, estás en problemas. ¿Esperas a que alguien te los solucione? Es una falacia creer que el dinero debe venir del gobierno, de un familiar adinerado, o que caerá del cielo. Viene del trabajo diario, de las ventas, de las rentas.

Lo primero que debes reportar es orden y salud en las finanzas. Es decir, se registran los gastos, se paga a tiempo las deudas o salarios, se mantiene un ahorro robusto, hay austeridad en el gasto.

Persona: si tus empleados están prosperando igual que tu empresa, es una buena señal. Que haya educación y salud para todos, que se respete sus horarios de trabajo. Que tanto en la empresa como en tu casa haya alimentos sanos, locales. Si tus proveedores te venden productos de economía circular, y son justos con sus colaboradores, entonces vas por buen camino en tu reporte.

Planeta: ¿ahorras recursos naturales, energía eléctrica, agua, papel, transporte? Gestionas adecuadamente los residuos, aplicando las 6R: reflexionar, rechazar, rediseñar, reducir, reusar, reciclar. Capacitas en educación ambiental a tu personal y familiares. Colaboras en proyectos ambientales.

  1. Greenwashing o falta de transparencia ambiental:

Desde hace un siglo hay muchas señales de greenwashing en las empresas, como son: poner etiquetas de reciclado en los productos, o amigables con el ambiente; cuando en verdad no lo son; sembrar árboles pero contaminar un río; imprimir miles de volantes para informar campañas ambientales; invertir en marketing para mostrar que eres ecológico o preocupado por el ambiente; entre otras.

Así mismo existe el marketing social, con campañas en que ofreces donar a causas sociales, pero no lo haces. Intentas demostrar que tu empresa respeta los derechos humanos con rampas para personas con capacidad especiales sin que aceptes una de éstas en tu nómina. Cumples la cuota de género, pero pagas mejor a hombres que a mujeres.

  1. Reportar con frecuencia:

Registrar gastos y cumplir presupuestos es un trabajo semanal y aún diario, que se reporta en el balance mensual al directorio de la empresa y a la pareja en el hogar. La frecuencia y rigurosidad son indispensables para tener información comparable y verificable. Solo así se puede decir que cumples lo que predicas.

Fuente: greenglobe.es y global report initiative GRI.

Los jóvenes plantamos futuro sustentable

Los jóvenes plantamos futuro sustentable

General

Autora: Ana María Velasco

Para muchos jóvenes la universidad es la primera instancia donde comenzamos a ser económicamente independientes y como es la primera vez que somos los responsables de mayores sumas de dinero, es importante forjar buenos hábitos. Hábitos sustentables que nos permitan tener un futuro amigable para nosotros, nuestras finanzas y el mundo que nos rodea.

El salvar al planeta no está solo en reciclar, ahorrar agua y reducir el uso de papel. El tener un futuro sustentable lo encontramos en todo lo que hacemos: desde lo que compramos hasta lo que dejamos de comprar, lo que pensamos y las decisiones que tomamos.

La sustentabilidad se encuentra en el largo plazo, en pensar a futuro y en lo colectivo. Por eso como jóvenes dando nuestros primeros pasos en el mundo financiero, es importante tener esto en mente. Nuestra vida como adultos recién está empezando y nos queda un muy largo tiempo en este planeta. Es importante cuidar de él y la mejor forma de hacerlo es planificando, siendo conscientes y teniendo como objetivo el crear un futuro amistoso para todos.

Hablemos entonces de cómo crear estos hábitos financieros sustentables que son positivos para nuestras finanzas, el planeta y nuestro futuro. Comencemos por el ejemplo de la moda. Hoy en día la moda cambia muy rápido. Cada dos meses hay una nueva tendencia y los pantalones que nos compramos la temporada pasada que solo tienen tres puestas ya no están de moda. Pero para nuestra “suerte” tenemos opciones de prendas en tendencia muy baratas. Entonces como son accesibles y están a la moda procedemos a comprarlas y así repitiendo el ciclo.

Este fenómeno nos lleva al consumismo. Compramos muchísima ropa en tendencia pero en pocos meses la terminamos descartando porque ya no está de moda y además esta dañada porque es de mala calidad. Entonces ahora tenemos que comprar más.

Este es un ejemplo de un mal hábito de consumo no solo porque nos termina costando mucho dinero ya que en vez de solo comprar un pantalón compramos cinco, pero también porque no es amigable con el planeta. Al comprar estas prendas baratas estamos apoyando la industria de la “moda rápida” que además de producir excesivamente, crea mucha basura. Otro problema está en las industrias que fabrican la “moda rápida.” Estas industrias no solo contaminan muchísimo y gastan materiales, pero también ofrecen muy malas condiciones a sus trabajadores. Muchos de estos siendo niños y mujeres que son explotados, expuestos a altos riesgos y todo por una paga injusta.

El tener acciones sustentables implica no apoyar este tipo de actividades ¿De qué nos sirve reciclar si estamos promoviendo este tipo de trabajo para otras personas? No es suficiente apoyar el medio ambiente si no somos socialmente responsables. Recuerda que las acciones individuales (especialmente financieras) tienen un impacto no solo en nuestras finanzas, pero en nuestro entorno y la sociedad.

Una solución a este problema está en ser conscientes con nuestro dinero. Por ejemplo, podemos planificar y ahorrar para así invertir en una prenda de calidad que no tenga una tendencia muy marcada y nos vaya a servir por un largo tiempo. O incluso ¿qué tal si compramos ropa usada y le damos otro chance a esa prenda que está esperando para ser usada? De esta manera no solo vamos a estar apoyando el medio ambiente pero también obligando a estas industrias que cambien y así promoviendo un trabajo justo para todos.

 

La mejor manera de salvar al planeta comienza con nosotros y con nuestros hábitos. Ahora que tenemos las capacidades financieras seamos responsables y tomemos las decisiones correctas. Recuerda que está en nosotros la vida de nuestro planeta.

 

 

Lo que el cambio climático enseña a los niños sobre el dinero

Lo que el cambio climático enseña a los niños sobre el dinero

General

A muchos niños les encanta encontrar formas de ayudar al medio ambiente. He aquí cómo el medio ambiente puede enseñarles sobre educación financiera. A continuación, se presentan algunos temas relacionados con el cambio climático para conversar y reflexionar con los niños:

Los impuestos pueden ayudar al medio ambiente
Los países cobran impuestos para recaudar dinero para cosas como las escuelas y la policía, pero los impuestos también son una buena manera de cambiar el comportamiento de la gente. En la actualidad se gravan mucho el licor, cigarrillos, la gasolina y las bebidas azucaradas, porque son perjudiciales para la salud. Ahora, muchos gobiernos están pensando en gravar el uso de plásticos, vuelos en avión e incluso la carne roja, porque son perjudiciales para el medio ambiente.
Pregunta a los niños y reflexionen:
¿Es justo que la gente pague más por los vuelos y las hamburguesas, si son perjudiciales para el medio ambiente? ¿Hay alguna razón para no subir esos impuestos?

Las empresas no siempre pagan todos sus costos
Cuando las empresas fabrican cosas para venderlas, pagan las materias primas que utilizan para fabricar sus productos y los salarios de sus trabajadores, pero hay otros costos que no cubren, como los derivados del dióxido de carbono que producen, la contaminación que emiten y los demás daños que pueden causar al medio ambiente. Los economistas los llaman costos externos, ya que los pagan otros, como la gente que tiene que mudarse porque sube el nivel del mar. Afortunadamente, muchos gobiernos están trabajando juntos para encontrar formas de hacer que las empresas paguen, con nuevas tasas por cosas como las emisiones de carbono.
Pregunta a los niños y reflexionen:
Los costos externos están en todas partes, desde la contaminación causada por las compañías petroleras hasta el plástico sobrante de los envoltorios de los chocolates. ¿Se te ocurren otros costos externos? ¿Cómo crees que se podría cobrar a las empresas por estos costos?

Con el cambio climático, algunos costos vienen de lejos
No todos los países empezaron a contaminar el planeta al mismo tiempo, ni al mismo ritmo. Lugares como Gran Bretaña tenían grandes fábricas y muchos trenes de vapor, que quemaban mucho carbón, mucho antes que otros países. Estas fábricas hicieron rica a Gran Bretaña, y algunos dicen que eso significa que países como Gran Bretaña deberían pagar un poco más para frenar el cambio climático.

Pregunta a los niños y reflexionen:
¿Es justo pedir a algunos países que paguen más para detener el cambio climático? ¿Es fácil ponerse de acuerdo? ¿A qué problemas podrían enfrentarse los políticos a la hora de convencer a sus votantes de que hagan grandes pagos?

Gastar ahora podría ahorrar dinero a largo plazo
Arreglar el clima es costoso, pero no arreglarlo podría costar aún más, ya que la Tierra se vuelve más difícil de habitar. Del mismo modo, invertir en combustibles antiguos, como el carbón y el petróleo, podría ser una mala idea, porque, aunque son más baratos de usar y generan más dinero, en el futuro podrían carecer de valor, a medida que el mundo avanza hacia energías más limpias.
Pregunta a los niños y reflexionen:
¿Se te ocurre alguna otra ocasión en la que gastar dinero antes de tiempo suponga un ahorro a largo plazo? ¿Arreglar bicicletas? ¿Dar mantenimiento a aparatos eléctricos de tu hogar?

Todos podemos usar nuestro dinero para marcar la diferencia
Tú puedes aportar tu granito de arena, optando por ir a pie o en bicicleta a los sitios que más te interesen, comiendo menos carne y pensando en cómo gastas tu dinero. Si compras algo, puedes asegurarte de que el envoltorio sea reciclable; si ayudas a tu familia a elegir unas vacaciones, quizá puedas ir a algún sitio al que no tengas que volar.
Pregunta a los niños y reflexionen:
Utilizar nuestras decisiones de gasto para hacer cambios es lo que a veces se llama poder del consumidor. ¿Se te ocurren otras formas de utilizar el poder del consumidor para ayudar al medio ambiente? ¿Por ejemplo, reciclando o comprando artículos de segunda mano? ¿O informándonos sobre organizaciones benéficas ecologistas e incluso haciendo donaciones periódicas?

Mujeres crean un proyecto comunitario sostenible

Mujeres crean un proyecto comunitario sostenible

Emprendimiento General

Autora: Lourdes Hernández

Cuando a Julie Milne, fundadora de The ReMakery, le preguntaron si su proyecto tiene un enfoque de diversidad, ella respondió así:

“No importa quien participa y a quién se beneficia. Hay familias enteras que viven en un garaje y nosotros no les preguntamos por qué viven así y qué piensan hacer. Solo les invitamos a comer una comida caliente de productos orgánicos y locales”.

Según ella, The Remakery es crear gozo y magia.

¿Cómo comenzó su trabajo comunitario?

Julie tuvo un diagnóstico temprano de cáncer, y mientras estaba en su tratamiento, la directora de una escuela le invitó a sembrar una huerta allí, con los alumnos.

Le dijo: “no te puedes morir hasta que no termines la huerta”.

Fue el principio de varias huertas por toda la localidad, en los patios traseros de las casas, en espacios cedidos por la municipalidad, y finalmente, en una prisión cercana.

En la actualidad, la producción es tan grande que no solo abastece a las familias y prisioneros, sino que sirve para entregar a personas de escasos recursos. Para complementar el proyecto, Julie y su equipo de mujeres han contratado un chef (el hijo de Julie) para cocinar almuerzos que se entregan a diario a familias con niños y jóvenes que no tiene buena alimentación debido a la situación económica de sus padres.

Para quienes quieren formar una comunidad de ayuda humanitaria en su barrio, Julie resume los siguientes pasos:

  1. Sembrar una huerta en el patio trasero de tu casa.
  2. Continuar con varias huertas en terrenos de la localidad, sean jardines privados o espacios públicos.
  3. Apoyarse con especialistas en permacultura para tener una buena producción.
  4. Pedir recursos a la municipalidad o a una ONG interesada en formar parte del proyecto.
  5. Encontrar la población beneficiaria cerca del barrio e involucrarla en el trabajo de las huertas.
  6. Repartir la cosecha para las familias productoras, y entregar el resto a los beneficiarios.
  7. Tener un lugar para reuniones en el que se ofrezca café y agua aromática sin costo (¡esta es la principal recomendación de The Makery!)
  8. Encontrar oportunidades para crecer: tener una cocina para preparar alimentos para la población beneficiaria. Un ropero para reparar y/o donar vestuario. Una mecánica de reparación de bicicletas. Un espacio para cuidar niños vulnerables en las tardes. Otros.
  9. Mantener el proyecto en el largo plazo con apoyo de los hijos y nietos.

Fuente: documental Together we grow (Juntos crecemos) de Happen Films

Qué hacer cuando tú y tu pareja son opuestos manejando el dinero

Qué hacer cuando tú y tu pareja son opuestos manejando el dinero

General

Seguro que has oído alguna vez la frase “los polos opuestos se atraen” para describir a algunas parejas. Pero, aunque al principio pueda resultar cierto para algunas relaciones, tener hábitos financieros opuestos puede acabar echando agua fría a su romance.

La buena noticia es que superar las diferencias económicas puede fortalecer la relación. La clave está en abordar el tema con empatía y con el objetivo de llegar a un punto medio. Acudan a estas conversaciones desarrollando una sensación de seguridad e intenta comprender realmente de dónde viene tu pareja.

Así que, si estás listo para tener una conversación sincera sobre finanzas con tu pareja, esto es lo que debes hacer cuando tú y tu pareja son opuestos en cuanto al dinero.

  1. Si ahorran y gastan de forma diferente

Si uno de los dos da prioridad al ahorro, mientras que el otro se gasta el sueldo con desenfreno, es posible que la pareja acabe discrepando sobre la mejor forma de manejar el dinero. Los desacuerdos sobre el dinero suelen ser profundos y derivan de las experiencias personales y de las creencias indirectas o directas que te enseñaron durante la infancia. Por ejemplo, alguien que creció en un hogar financieramente inestable puede sentirse más ansioso por conservar su dinero que alguien que creció en un hogar acomodado.

Para superar estas diferencias, un buen primer paso es determinar en qué se pueden poner de acuerdo, como pagar las facturas a tiempo o reservar una cantidad al mes para ahorrar juntos. A partir de ahí, considera la posibilidad de crear una cuenta compartida para los gastos de la casa, dejando también espacio para cuentas bancarias individuales en las que cada uno pueda ahorrar o gastar como mejor le parezca.

El que gasta debe tener cierta libertad, dentro de lo razonable, para guardar dinero y gastarlo en lo que quiera, y el que ahorra debe poder satisfacer sus necesidades guardando dinero para ahorrar en su propia cuenta.

  1. Si tienen sueldos de distinto tamaño

Cuando hay una gran diferencia entre los sueldos individuales (o si uno de los miembros de la pareja no tiene), las conversaciones sobre el dinero pueden estar cargadas de tensión. El miembro de la pareja que gana menos puede sentir que no contribuye lo suficiente a los ingresos del hogar, mientras que el que gana más puede sentir la carga de ser el sostén de la familia.

Pero, es importante no atribuir tu valor en una relación únicamente en función de tu poder adquisitivo individual. Al fin y al cabo, el miembro de la pareja que no gana tanto puede encargarse de la mayor parte del cuidado de los niños o de mantener el hogar funcionando sin problemas en el día a día. Aunque esto no cuente como “trabajo” en el sentido tradicional, es una forma de mantener a la familia. Puede haber contribuciones que no sean monetarias pero que contribuyan al bienestar general de la relación.

Si tú y tu pareja no saben cómo dividir las facturas debido a las grandes discrepancias en sus sueldos, pueden considerar los gastos desde una perspectiva porcentual. Eso significa que, si uno gana el 75% de los ingresos del hogar y el otro gana el 25%, entonces esa es la forma de dividir los gastos compartidos.  Esto puede valer la pena para asegurarse de que los costos de su hogar y estilo de vida compartidos no pesan más sobre la persona que gana menos. Recuerda: están juntos en esto.

  1. Si tienen diversas deudas

Aunque muchas parejas comienzan una relación con algún tipo de deuda, puede convertirse en un problema si uno de los dos evita la conversación.

La forma en que ambos gestionen sus deudas dependerá de cómo decidan combinar sus finanzas. Para algunas parejas, la deuda individual puede convertirse en “nuestra” deuda después de casarse, mientras que otras pueden decidir que cada miembro de la pareja gestione su deuda individualmente. No hay una respuesta correcta o incorrecta. Algunas personas creen que una vez que estás en una relación comprometida, todas las finanzas deben ser conjuntas, mientras que otras creen que las finanzas y las deudas pasadas deben mantenerse separadas.

Decidas lo que decidas, lo más importante es no juzgar a tu pareja. En lugar de eso, céntrate en crear un plan de pago y, si es necesario, en arreglar lo que condujo a la deuda en primer lugar. Por ejemplo, si la deuda es el resultado de un gasto excesivo, puede que sea el momento de revisar el presupuesto y controlar los hábitos de gasto improductivos. Si se debe a gastos imprevistos, puede que sea el momento de reforzar el fondo de emergencia.

Y ten en cuenta que no pasa nada si buscas ayuda para hacer frente a tus deudas. Un asesor financiero puede ayudarte a elaborar un plan estratégico de amortización, equilibrando al mismo tiempo otras metas financieras que tengan tu pareja y tú.

  1. Si uno de los dos es más práctico con las finanzas

En algunas relaciones, uno de los cónyuges suele encargarse de las finanzas de la pareja, bien porque le gusta más o simplemente porque conoce un poco más del manejo financiero. Pero, por otro lado, eso significa que el otro miembro de la pareja puede quedar al margen. El dinero tiene mucho que ver con el control. La persona que tiene el control del dinero generalmente tiene más control en la relación, y la otra persona no es un igual financieramente.

Tanto si estás planeando casarte como si tu pareja y tú llevan un tiempo juntos, es importante abordar el tema de frente para averiguar cómo quieren gestionar juntos su dinero. Es una conversación que asusta, porque te enfrentas a algo de lo que a la gente no le gusta hablar. La primera parte es identificar que hay un problema, y la segunda aprender a comunicar cuál es el problema, y eso puede ser un poco incómodo, porque es muy emocional.

Si se topan con obstáculos, un terapeuta de pareja o un asesor especializado en terapia financiera pueden ayudarles. Su asesor también puede ayudarte a analizar las distintas formas de compartir las responsabilidades financieras y lo que eso puede significar para su plan financiero global.

Al fin y al cabo, lo importante es el respeto mutuo. Puede que no estén de acuerdo con el 100% en todo, pero si saben escucharse y respetar sus necesidades individuales, pueden resolver sus diferencias financieras.

 

Fuente: Northwestern Mutual

Cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana

Cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana

General

Autora: Lourdes Hernández

 

“En las buenas y en las malas” son palabras que se escuchan el día de la boda.

Las buenas son muchas, pero siempre aparecen las malas, entre las que están la falta de dinero y los malentendidos y desacuerdos económicos.

Es tan común romper la relación por esta situación monetaria, que se ha acuñado la frase: cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana.

El primer impulso de ella, de él, o de los dos, es identificarse con esta máxima y aplicar una rápida escapatoria.

Pero las personas que nos gusta ir contra corriente, luchamos un poco más, encontrando maneras de solucionar el problema.

¿Qué hacer cuando vienen “las malas” en nuestra relación de pareja?

 

La pérdida de empleo: se trata de un sismo que impacta al interior de la familia. Sin embargo, las estadísticas muestran que todas las personas nos enfrentamos a un despido al menos una vez en la vida.

Si esto es tan común, no hay razón para hacer un drama, sentirnos fracasados o perder la ilusión de trabajar.

En la actualidad, es normal tener más de un trabajo o saltar de uno a otro. Un despido es parte de nuestro desarrollo laboral lo cual nos abre nuevas perspectivas.

Sea lo que sea, hay que actuar de inmediato. Enfrentar la palabra “despido” o “pérdida de empleo” de una vez y pasar la página.

Una indemnización sostiene la economía por un tiempo, así como tener el fondo de emergencia. Los expertos recomiendan que éste debe incluir al menos seis meses del valor del gasto familiar. Si se gasta 1000 dólares al mes, debe haber seis mil dólares en dicho fondo.

Además, es importante que nuestra pareja mantenga su empleo mientras nosotros nos lanzamos al mercado para conseguir trabajo. Puede que en principio sea una ocupación temporal para mantener los ingresos en alto. La pareja está ahí para ayudar “en las malas”, ofreciendo soporte e ideas para avanzar.

Vender empanadas en la esquina o directamente a la base de amigos y conocidos, es una opción. La valentía que eso conlleva tiene un premio al final del camino y es que nos hace más fuertes para enfrentar la vida y los futuros empleos.

Según Juan Diego Gómez, experto financiero y empresario exitoso, lo mejor que le pasó en la vida fue que lo despidieran porque encontró el verdadero rumbo de su vida.

 

La quiebra del negocio: lo primero es que hay que hacer es tranquilizarse y evaluar los daños. Además de la quiebra, ¿hay deudas pendientes?

Enfrentar a los acreedores es lo más sensato porque se minimiza el estrés y la ofuscación.

Ofrecer un plan de pago real a cada uno de ellos y a los colaboradores, es el paso siguiente.

Como empresario, es momento de poner cabeza fría y empezar de nuevo.

Casa adentro hay que aplicar la austeridad. Y adoptar este valor para la vida pues así lo exige el planeta y el sentido común.

La pareja y los hijos son importantísimos en este momento para colaborar con el reajuste. Está comprobado que quienes han pasado por esta situación, maduran positivamente y encuentran nuevas alternativas para su vida.

Si hay unión familiar durante el problema financiero, todos crecerán en orgullo y nunca nadie podrá separarlos.

 

Recordatorios de pago, llamadas de acreedores, descontrol: casi todas las familias han tenido que enfrentar cosas como:

Nos bloquearon la tarjeta. Me niegan un sobregiro. No hay plata para ningún gusto. Pague, pague, pague.

Son banderas rojas que no pueden ser ignoradas y que muestran un problema: existe sobreendeudamiento.

Es momento de sentarte en un sillón con tu pareja y analizar las señales que te llevaron al sobreendeudamiento:

  • Gastamos sin registrar a dónde va el dinero.
  • Usamos crédito para comprar comida y pagar servicios básicos.
  • Sacamos un crédito para pagar otros.
  • Usamos los ahorros para pagar deudas.
  • Dejamos de pagar unas deudas para cumplir otras.
  • Nuestros ingresos se van en pago de deudas.
  • Solo pagamos el mínimo de la tarjeta.

Hay mucho trabajo por hacer y en lugar de salir corriendo por la ventana hay que:

  1. Parar de gastar.
  2. No endeudarse más.
  3. Controlar y registrar cada gasto necesario. Cortar los deseos, gustos, lujos.
  4. Hacer un plan de pago hablando con cada institución financiera.
  5. Buscar más ingresos.

Fuente: welcometothejungle.com – cuidatufuturo.com

¿Por qué la universidad es el mejor momento para emprender? ¿Y cómo hacerlo?

¿Por qué la universidad es el mejor momento para emprender? ¿Y cómo hacerlo?

Emprendimiento General

Autora: Ana María Velasco

Muchas veces porque somos jóvenes pensamos que emprender va a ser muy difícil. Creemos que hay que invertir bastante dinero, que los gastos serán elevados y no tenemos como financiar todo esto. Pero en realidad, el emprendimiento no es tan complicado ni requiere grandes capacidades financieras como parece

 

¿Por qué debería emprender?

  • Generamos ingresos (de una manera diferente a los trabajos convencionales)
  • Ganamos experiencia laboral
  • Desarrollamos habilidades que nos servirán en el futuro (resolver problemas, relacionarse con clientes, manejar nuestras propias cuentas, conocer a diferentes personas en la industria y más)
  • Excelente para nuestra hoja de vida

 

¿Por qué en la universidad?

La etapa universitaria es una etapa para experimentar.

En la universidad tenemos mucha flexibilidad podemos elegir nuestras propias clases, nuestros horarios y mucho más

  1. Esta flexibilidad nos permite tener tiempo para explorar diferentes actividades que usualmente no haríamos. (Antes estábamos en el colegio y teníamos un horario fijo y limitante y más adelanta ya trabajaremos y tendremos un horario laboral)
  2. Somos jóvenes y aun no tenemos deudas que pagar, familias que alimentar, u otros gastos que se incluyen en la vida de adulto. Por ende, el riesgo de emprender es más bajo!

¡Esta es nuestra oportunidad para aprender nuevas cosas, participar en diferentes actividades o incluso emprender!

 

Además de esto podemos sacar provecho de ser estudiantes e ir a la universidad

  • Usa las facilidades de la universidad (wifi, impresoras, libros, talleres educativos)
  • Los estudiantes también tienen muchos descuentos
  • Usa a tus compañeros y amigos de la universidad para que aporten sus ideas, su ayuda, o que utilicen el servicio que ofreces o lo que estes vendiendo
  • Toma clases que tengan relación con esto (clases de emprendimiento, finanzas personales, o que se relacionen a la industria de tu emprendimiento)
  • Aprovecha de tus profesores. Toma ventaja de que tienes acceso a expertos que saben mucho y pueden aconsejarte
  • Utiliza las conexiones que hay en la universidad con otros expertos en el área y exalumno. Por ejemplo: si estudias leyes pero tu emprendimiento es hacer postres puedes conectarte con los profesores de gastronomía de la universidad que te pueden ayudar

 

¿Cómo comienzo?

  • Piensa en una idea (realista)
    • Algo que te guste, disfrutes hacer, seas bueno y veas que tenga potencial
  • Crea un plan de acción
    • Se detallado en qué vas a hacer y cómo lo vas a llevar a cabo
  • Pide ayuda
    • No estás solo en esto, puedes encontrar amigos que te ayuden o incluso tu familia que te apoye
  • Ahorra
    • De esta manera tendrás un poco de capital para invertir en tu emprendimiento
  • Prioriza
    • Dale el espacio y el tiempo que requiere, de esta manera no vas a sentirte abrumado y que no lo puedes lograr
  • Motívate
    • Date cuenta de los beneficios que tiene y pregúntate porque estás haciendo esto, recuérdate tus metas y tus objetivos
  • Organízate
    • No te olvides que tus estudios aún siguen siendo lo más importante

 

¿En qué puedo emprender?

Lo ideal es que hagas algo que te guste y disfrutes de hacerlo. Pero aquí te dejo unas ideas de emprendimientos:

  • Hacer una manualidad (tejer, cerámica, bisutería, etc.)
  • Servicios en tu vecindario (ser niñero, cuidar mascotas, hacer compras para los adultos mayores o personas que no tengan tiempo, servicios de limpieza o jardinería, pintura, mantenimiento)
  • Puedes crear contenido en las redes
  • Vender tu arte, fotografía, etc.
  • Comprar cosas usadas para arreglarlas volver a vender (ropa, muebles, juguetes)

 

Ejemplos de lo fácil que es emprender

–        Un estudiante de matemáticas puede crear su propio emprendimiento de tutorías. Lo que necesita son: sus habilidades matemáticas, tiempo para dar sus tutorías, un lugar donde hacerlas (incluso puede ser en línea) y pocos materiales como papel, lápiz y una calculadora. Para promocionar su emprendimiento puede pedir a sus amigos y familia que lo recomienden o incluso postular sus servicios en redes sociales.

–        El emprendimiento también puede ser tan sencillo como vender un producto hecho por uno mismo. Un estudiante que disfrute de hacer pasteles en su tiempo libre puede comenzar a cocinar sus pasteles en mayor cantidad y venderlos a sus amigos o compañeros. Lo único que va a necesitar va a ser tiempo y los ingredientes para hacer sus pasteles.

 

Fuentes:

–        https://www.entrepreneur.com/growing-a-business/9-tips-for-starting-your-business-in-college/295932

–        https://www.shopify.com/ca/blog/business-ideas-for-college-students

Guía para combinar las finanzas en pareja

Guía para combinar las finanzas en pareja

General

Casarse conlleva muchas decisiones maravillosas. Tienes que planificar la ceremonia y la fiesta, y soñar con las cosas que harán algún día como pareja. Una de las cosas que no suele ser la primera, la segunda o la vigésima de la lista es cómo manejarán sus finanzas. Y no pasa nada. Tal vez la prioridad es definir dónde irán de luna de miel. Pero cuando se dan el “sí, acepto”, se une todo en sus vidas, incluidas las finanzas.
Es importante comenzar a tener algunas conversaciones generales sobre el dinero que pueden ayudarte a ti y a tu pareja a comprender mejor cómo piensa cada uno desde el punto de vista financiero. Lo importante es empezar con pie derecho desde el punto de vista financiero para que puedan disfrutar de la mejor manera su vida en pareja.

Te damos una guía para parejas sobre cómo combinar sus finanzas:

1. Intimar financieramente
Casarse significa compartir con tu pareja experiencias que no compartirías con nadie más. Una buena relación significa ser vulnerable con el otro. Eso también se traslada a las finanzas.
Posiblemente han tenido alguna conversación rápida sobre el dinero. Pero ahora es el momento de conocerse realmente desde el punto de vista financiero. Antes de entrar en detalles, empieza la conversación compartiendo tus experiencias personales con el dinero. Gran parte de tus antecedentes financieros se establecen a medida que crecen, así que empiecen hablando de cómo el dinero ha desempeñado un papel en su pasado. ¿Tu familia era segura económicamente o tuvo problemas con el dinero durante tu infancia? ¿Qué te enseñaron sobre el dinero? ¿Las actitudes hacia el dinero eran generalmente positivas o negativas?
A continuación, analiza cómo esas experiencias pueden haber conformado tus valores monetarios y tu filosofía de gasto. Por ejemplo, ¿te estresa no tener cierta cantidad ahorrada? ¿O, por el contrario, sientes la necesidad de gastar el dinero una vez que lo tienes?
Una discusión sobre valores puede dar paso a una discusión sobre la situación financiera de cada uno. Asegúrate de compartir lo que cada uno aporta. ¿Tienes deudas? ¿De qué tipo y cuánto? ¿Estás ahorrando para el futuro? ¿Tiene un plan de jubilación? Si es así, ¿qué parte de tu sueldo ahorras? ¿Tienes alguna otra inversión? ¿Cuánto has ahorrado hasta ahora? Entender de dónde viene cada uno les ayudará a planificar mejor el camino para llegar a donde quieren estar.
Es importante que estas conversaciones se produzcan sin juicios de valor, sobre todo si alguno de los dos ha tomado decisiones de las que no se siente especialmente orgulloso. Tener toda la información al descubierto es la mejor manera de avanzar hacia sus futuros objetivos juntos.
Conviene que hablen de sus hábitos monetarios actuales. ¿Cómo controlan su dinero? ¿Les gusta llevar una hoja de cálculo detallada o prefieres comprobar de vez en cuando el saldo de sus cuentas? Hablen también de si les gusta gestionar las finanzas. Si uno de los dos tiene una afinidad natural por este trabajo, puede ser una buena idea dejarle tomar la iniciativa.

El objetivo de sus conversaciones es conocer mejor cómo piensa cada uno sobre el dinero. Esto puede ayudarte a ser más comprensivo con tu pareja y facilitar futuras conversaciones sobre el dinero. Asegúrate de que estas conversaciones se llevan a cabo con comprensión y apoyo, preparando el escenario para trabajar en colaboración en el futuro.

2. Establecer metas financieras compartidas
Las metas financieras incluyen cosas como pagar las deudas. También pueden ser muy divertidos; incluyen todas las cosas increíbles que harán juntos en el futuro. ¿Qué piensan conseguir? ¿Quieren tener hijos? ¿Quieren viajar con regularidad? ¿Les gustaría comprar una casa? ¿Quieren llevar a los niños de vacaciones todos los años?
Esta conversación les ayudará a establecer metas compartidas y un plan para alcanzarlas como pareja. Puede que encuentren puntos de acuerdo, como la meta común de viajar. Pero puede que haya otros puntos en los que tengan puntos de vista diferentes. Por ejemplo, no es raro que una persona quiera cubrir todos los gastos universitarios de sus hijos, mientras que otra está dispuesta a pedir un préstamo.
Los puntos de desacuerdo están bien. Pero es importante hablar de estas cosas por adelantado para conocer la postura de tu pareja y poder desarrollar un proceso para trabajar en las áreas de acuerdo y superar las diferencias.
A la hora de fijar objetivos, conviene agruparlos en categorías a corto, medio y largo plazo.

A corto plazo (1-4 años)A mediano plazo (5-10 años)

 

A largo plazo (más de 10 años)
Liquidar la deuda de la tarjeta de crédito

Crear un fondo de emergencia

Ahorrar para las vacaciones

Ahorrar para grandes compras (auto, muebles)

 

Ahorrar para el pago inicial de una vivienda

Pagar los préstamos estudiantiles

Obtener formación adicional o certificaciones profesionales

 

Crear un fondo para la universidad de los hijos

Comprar una segunda propiedad

Crear su propia empresa

Jubilarse en otra ciudad o país

 

3. Determinen cómo van a gestionar su dinero
Ahora es el momento de empezar a revisar realmente sus finanzas. Una de las primeras grandes decisiones es dónde ahorrar el dinero del día a día. Para responder a esta pregunta, tiene que decidir si quieren cuentas conjuntas, separadas o una combinación de ambas.

Ventajas e inconvenientes de las cuentas conjuntas
– Una cuenta conjunta: Con una cuenta conjunta, ambos pondrían sus ingresos mensuales en una cuenta compartida que se utiliza para pagar facturas y cubrir gastos. A muchas parejas les gusta esta opción porque simplifica el seguimiento al mantener todo el dinero en un solo lugar. También puede ser una buena manera de trabajar por objetivos comunes, sobre todo si una persona trabaja y la otra no. Sin embargo, tener cuentas conjuntas puede dar lugar a desacuerdos adicionales, ya que ambos tienen una visión de en qué gasta el dinero el otro.

– Cuentas conjuntas y separadas: Algunas parejas ingresan una determinada cantidad de dinero en una cuenta conjunta para cubrir gastos compartidos (como las facturas del hogar o los gastos de los hijos) y mantienen cuentas separadas para gastos personales o facturas que les gustaría mantener separadas (como préstamos para estudios, por ejemplo). Cada uno puede aportar el 50% a la cuenta compartida; o si hay una disparidad de ingresos que quieren tener en cuenta, pueden acordar porcentajes de aportación diferentes. Mantener cuentas separadas puede permitir a cada uno mantener un sentido de autonomía con sus gastos personales y proteger los activos individuales, pero también puede hacer que el seguimiento del dinero sea un poco más engorroso.

– Cuentas completamente separadas: Si prefieren no hacer ningún cambio en sus cuentas, cada uno puede mantener sus cuentas separadas y encontrar la manera de dividir las facturas. Otra posibilidad es dedicar los ingresos de una persona a los gastos mensuales y los de la otra a los ahorros.
Independientemente de la opción que elijan, también querrán establecer un proceso para gestionar el dinero de forma continuada. ¿Quién controlará el presupuesto? ¿Quién pagará las facturas cada mes? ¿Quién gestionará y controlará las inversiones y evaluará el progreso hacia las metas a largo plazo? A la hora de asignar estas tareas, ten en cuenta tus puntos fuertes e intereses. Si a uno de los dos le gusta más gestionar las finanzas, puede ser una buena persona para asumir el liderazgo.

Ahora que ya sabes dónde irá el dinero y quién lo controlará, es hora de poner las piezas financieras en su sitio.

– Fijen juntos un presupuesto
Hazte una idea de cómo gastarás en el día a día como pareja. Puede que uno de los dos, o los dos, ya sigan un presupuesto mensual, lo que puede ser un buen punto de partida para elaborar uno juntos. Si empiezas de cero, puedes elaborar fácilmente un presupuesto siguiendo estos pasos:
Sumen su sueldo neto. Suma tus ingresos y los de tu pareja (después de impuestos y retenciones). Esto es con lo que van a trabajar.
Sumen los gastos fijos. Haz una lista de los gastos esenciales que no varían de un mes a otro, como la hipoteca o el alquiler, los pagos del auto, las facturas del celular, etc. Esta es una gran oportunidad para buscar redundancias. Ahora que están casados, no necesitarán dos cuentas de Netflix. Tal vez puedas hacerte socio de un gimnasio con un plan de parejas o ahorrar dinero con un único plan de telefonía celular.
Establezcan un presupuesto para gastos irregulares. Tendrán que hacer un hueco en su presupuesto para los gastos que son esenciales para vivir pero que no son fijos cada mes. Por ejemplo, pago de impuestos, las reparaciones del coche o los regalos de Navidad. Lo normal es dedicar alrededor del 50% del presupuesto a gastos fijos e irregulares combinados.
Reserva dinero para contribuciones a metas financieras. Es probable que los sueños que tengan requieran ahorros para alcanzarlos. Lo normal es reservar alrededor del 10% del sueldo neto para ahorrar para metas futuras. Pero esta cantidad puede variar mucho en función de sus planes.
Calculen sus gastos discrecionales. Ahora es el momento de hacer cuentas: Resten los gastos fijos, las aportaciones para metas y los gastos irregulares de su sueldo neto total. Este es el dinero que les queda para gastar en impulsos, derroches, salir a cenar, las cosas divertidas de última hora. Saber que estás presupuestando tus gastos esenciales y tus metas debería darte un espacio para tener gastos de estilo de vida. Algunas parejas se dan una cantidad fija para gastar, máximo el 40% del ingreso neto.

– Creen un fondo de emergencia
Si aún no tienen un fondo de emergencia (o dos), empiecen a reservar dinero para gastos inesperados, como una reparación importante del auto, un gasto médico o cualquier otra cosa que no esperaban. Es una buena idea tener acceso a los gastos de tres hasta seis meses en caso de emergencia.

– Hagan un plan de ahorro
Fíjense en los objetivos que se pusieron y hagan cálculos aproximados para saber cuánto dinero necesitarán para alcanzarlos. A continuación, calcula cuánto deberían ahorrar cada mes para alcanzar esa meta. Esto es lo que querrán presupuestar mensualmente para ahorrar.
A continuación, analicen cómo van a gestionar esos ahorros. Los distintos instrumentos de ahorro producen beneficios diferentes, por lo que el destino de sus ahorros y el momento en que piensa disponer de ellos determinarán dónde quiere colocar el dinero.
Si están ahorrando para objetivos a corto plazo, como crear un fondo de emergencia, ahorrar para las vacaciones o comprar un coche nuevo, una cuenta de ahorro en un banco tradicional puede ser una buena opción para poder acceder fácilmente al dinero.
Si están ahorrando para objetivos a medio plazo, como el pago inicial de una vivienda, puede que les interese buscar opciones que permitan que su dinero crezca, como los certificados de depósito o incluso las inversiones.
Si están ahorrando para objetivos a largo plazo, como la jubilación, hay varias opciones, como tener un ahorro programado o un fondo de ahorro para el retiro.

4. Reevalúen sus necesidades de seguro
Ahora que están casados, querrán revisar sus seguros. Es probable que tenga algunas oportunidades y nuevos tipos de seguro que quieran considerar.
Seguro médico. En algunos casos, puede tener sentido seguir con un seguro individual a través del trabajo de cada uno. Pero, revisen las primas, las franquicias, el coseguro y los copagos de cada uno de sus planes de seguro, y luego determinen si tiene más sentido utilizar un plan familiar a través de uno de sus empleadores frente a llevar cada uno su propia póliza. A menudo, esto supone un ahorro. Además, un solo plan puede facilitar las cosas frente a tener que estar pendiente de dos.
Seguro de automóvil y de vivienda. El hecho de estar casado puede reducir las tarifas de los seguros de vivienda y automóvil. Pero esto también puede ser un buen momento para consolidar si tienen pólizas separadas. Puede que consigan una sola póliza que cubra todo lo que necesitan y les ahorre dinero.
Seguro de vida. Si hasta ahora no te habías planteado un seguro de vida, casarte es un momento clave para considerar la posibilidad de contratar una cobertura. El seguro de vida ayuda a proteger tus ingresos en caso de que fallezcas. Casarse significa que otra persona depende de esos ingresos. Además de la indemnización por fallecimiento, algunos seguros de vida acumulan valor en efectivo, que se convierte en una fuente de financiación que puede ayudarle con otros objetivos a lo largo de su vida.

5. Actualicen los documentos importantes
Combinar su vida financiera implica actualizar muchos documentos importantes. Esta lista les ayudará a asegurarse de los dos figuran como esposos en los documentos correctos.
Actualicen títulos y escrituras. Para asegurarse de que ambos tienen la propiedad legal y la autoridad para tomar decisiones sobre los bienes compartidos, querrán añadir el nombre del otro a cualquier bien que vayan a compartir.
Actualicen los formularios de beneficiarios. Cambien los beneficiarios de cualquier cuenta financiera existente, como pólizas de seguro de vida o cuentas de jubilación. Algunas otras cuentas financieras tendrán designaciones de transferencia en caso de fallecimiento o pagaderas en caso de fallecimiento que transferirán automáticamente la cuenta a quien figure en ella si falleces. Estas designaciones prevalecerán sobre el testamento, por lo que es importante mantenerlo actualizado para que refleje seos.

6. Establezcan un sistema de revisión periódica
La vida cambia y los planes también. Es posible que tengan un número de hijos diferente del que habían planeado en un principio o que uno de los dos haga un cambio importante en su carrera profesional que afecte al panorama general. Un buen plan financiero es flexible y puede adaptarse a los cambios que la vida les depare.
Sigan hablando de finanzas abiertamente y creen un proceso para revisar y ajustar su plan con regularidad. Tal vez hagan un seguimiento y revisen brevemente los gastos cada mes, o tal vez prefieran revisar todos los movimientos trimestralmente. El mejor plan es el que realmente van a seguir.
Cuando establezcan y mantengan juntos sus planes, no tengan miedo de pedir ayuda. Son conversaciones importantes y hay muchas variables en la situación financiera de una pareja. No pasa nada si no tienen todas las respuestas o no saben qué hacer. Los asesores financieros son expertos en estas áreas y pueden darles el apoyo que necesitan para crear la vida que quieren juntos.